Bienvenidos

Los primeros pensamientos para encontrar nombre a este blog fueron tan arduos que pronto desistí. Intenté una y otra vez encontrar un término aceptado por la lengua o inventado que denotara Baracoa, mi primera tierra, y nunca quedé conforme. Entonces reparé en que al pensar recreaba un mundo muy propio, quizás porque el que vivimos todos no contenta como yo quisiera, y exige creer que el Sol va a iluminar el día, aunque haya nublados. Creo que nombrar este blog La bolita´el mundo puede expresar mi deseo de representar, aunque sea desde el yo personal, lo que desde niño imaginé universo, hoy tan frágil y vulnerable que por momentos no parece más que una pequeña esfera. La bolita´el mundo es mi mundo, es Baracoa, Cuba, mi familia, mis amigos, son los cubanos dispersos por doquier, las personas incluso que no conozco y la sensorialidad por la que respiro y busco armonía para convivir con la gente en y desde todo lugar, desde toda expresión. Es, en fin, el mundo en mí. O si se quiere, yo en el espacio creado por Dios o la Gran Explosión, según se crea. Lo importante será la palabra, esa por la que me gano el pan y trato de hacer verso.

lunes, 2 de febrero de 2015

Todo el tiempo del tiempo


Enero se despidió de 2015 como con apremio, como si deseara dar paso al mes en que el amor y la amistad son más universales por la costumbre de querer resaltar en una fecha sentimientos que debemos enaltecer siempre.

Febrero no será menos dinámico en la sucesión de sus días, y llegará el mes que antecede al de las mejores vistas de las flores del paisaje, para en mayo esperar las lluvias y en junio reparar que habremos llegado a la mitad del tiempo constituido en referencia para ver progresos y regresiones en nuestras vidas.

El tiempo parece cada vez más un jinete a caballo desbocado, un tren de alta velocidad de los de moda ahora en China, un Boeing que pide pista para aterrizar porque no debe estar muchas horas en vuelo.

Ya en la antigüedad, Hiráclito había dicho que “el tiempo era un niño que juega a los dados”, mientras en el siglo XX Pablo Milanés lo tildó de implacable en una de sus canciones, y Eliseo Diego lo dejó en testamento para la humanidad en uno de sus poemas.

Cada quien, a su manera, tiene la noción de que vivimos de forma acelerada en un espacio movido por el mismo viento que arrastra las hojas.

Hace poco un niño preguntó que si ayer era hoy, y un anciano respondió que si el pequeño quería, sí, que daba lo mismo, que de todas maneras él sentía al despertarse que hoy era mañana.

La rara respuesta del viejo transporta a la sensación de que con el alba nace la noche, con la noche la madrugada y con la madrugada uno de esos nuevos días íntegros en que para muchos, y hace bastante, Dios hizo el mundo. 

Rendidos todos a la dicha o el lamento de que los períodos existenciales lleguen como llegan, vale estar conforme con esos minutos que vislumbramos en espera, y aceptar a gusto el citado testamento de uno de los buenos poetas de Hispanoamérica:

no poseyendo más
entre cielo y tierra que
mi memoria, que este tiempo;

decido hacer mi testamento.

Es
este: les dejo

el tiempo, todo el tiempo.

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