Bienvenidos

Los primeros pensamientos para encontrar nombre a este blog fueron tan arduos que pronto desistí. Intenté una y otra vez encontrar un término aceptado por la lengua o inventado que denotara Baracoa, mi primera tierra, y nunca quedé conforme. Entonces reparé en que al pensar recreaba un mundo muy propio, quizás porque el que vivimos todos no contenta como yo quisiera, y exige creer que el Sol va a iluminar el día, aunque haya nublados. Creo que nombrar este blog La bolita´el mundo puede expresar mi deseo de representar, aunque sea desde el yo personal, lo que desde niño imaginé universo, hoy tan frágil y vulnerable que por momentos no parece más que una pequeña esfera. La bolita´el mundo es mi mundo, es Baracoa, Cuba, mi familia, mis amigos, son los cubanos dispersos por doquier, las personas incluso que no conozco y la sensorialidad por la que respiro y busco armonía para convivir con la gente en y desde todo lugar, desde toda expresión. Es, en fin, el mundo en mí. O si se quiere, yo en el espacio creado por Dios o la Gran Explosión, según se crea. Lo importante será la palabra, esa por la que me gano el pan y trato de hacer verso.

jueves, 27 de diciembre de 2012

Un acto de triunfo

El momento que cambió de manera radical la vida de los cubanos con la victoria del Ejército Rebelde el 1º de enero de 1959 fue recordado hoy en Baracoa  por miles de lugareños e invitados frente a la sede del Gobierno municipal.

La congregación se produjo muy próximo al parque Independencia, adonde cinco días antes del referido momentro histórico habían arribado los combatientes de la Primera Villa de Cuba desde dos puntos extremos de la región para ser recibidos de manera apoteósica por los simpatizantes de su causa.
 
Entre alusiones a estos sucesos se realizó en la Ciudad Primada el acto provincial por un nuevo aniversario del triunfo de la Revolución en Guantánamo, en el que discursaron dirigentes como Nancy Acosta Hernández, presidente de la Asamblea del Poder Popular en la más oriental de las provincias cubanas.
 
Acosta Hernández destacó el espíritu de lucha en la región guantanamera desde tiempos del Cacique Guamá, el indio que resistió en las montañas la persecución de los conquistadores españoles durante más de 30 años.
 
"Aquí se hallan las raíces de la lucha nacional por la soberanía", dijo la dirigente, y recordó que solo mucho después, con la llamada Generación del Centenario encabezada por Fidel Castro Ruz, hubo fuerza capaz de desafiar con armas y algún resultado la incertidumbre reinante durante la presidencia de Fulgencio Batista.
 
Agregó que hace más de medio siglo es garantía en el país el ejercicio pleno de los derechos ciudadanos, y ejemplificó con la construcción de la carretera de La Farola para acabar con el aislamiento de Baracoa del resto del territorio nacional, y en fecha reciente la ejecución y puesta en funcionamiento del acueducto por gravedad que eleva la calidad del agua y de la vida con el beneficio a 30 000 personas en una primera etapa.
 
También destacó la presencia en este territorio de personal de los sectotes de la salud y la educación en cualquier parte, la edificación de nuevas viviendas, instalación de equipos que aseguran el suministro de energía eléctrica incluso a Maisí, mejoras en las comunicaciones y, ahora en proceso, la construcción del tanque apoyado y la potabilizadora del nuevo acueduto del municipio.
 
Respecto a la provincia de Guantánamo, significó la acogida en 2012 de las acciones conmemorativas centrales por el 26 de Julio y el estimado de cierre del año con un 3,6 de sobrecumplimiento de la producción mercantil, el aumento de la circulación mercantil minorista, cifras superiores de empleo, productividad laboral y salario, además de lo hecho por superar los estragos de la tormenta tropical Isaac y el huracán Sandy.
 
En otro momento notable del acto Luis Antonio Torres Iríbar, miembro del Comité Central y Primer Secretario del Partido en Guantánamo, entregó diplomas de reconocimiento a representantes de las tropas que ocoparon sin resistencia a Baracoa el 27 de diciembre de 1958, y felicitó a los pobladores por el advenimiento de un nuevo aniversario del triunfo revolucionario de 1959 en Cuba.

viernes, 21 de diciembre de 2012

El fin del mundo

Un amigo ironizaba hace poco en Facebook conque ante la acelerada desaparición de especies animales y vegetales o en riesgo de perderse a consecuencia de acciones humanas, la especie más inteligente sobre la tierra era la que merecía extinguirse.

La sentencia se relacionaba de manera indirecta con el anunciado fin del mundo previsto por los mayas para este 21 de diciembre, que sin producirse hace cambiar el discurso hacia el comienzo de una nueva era, urgida, diría yo, de un nuevo trato al planeta azul.

Cuando la historia registra unas 160 profecías sobre el momento en que debía apagarse el universo, pesimistas, escépticos, optimistas reaccionan hoy a su manera y seguros de que la vida continúa, pero en un entorno contaminado por demasiados irresponsables.

Ahora que celebramos la posibilidad de seguir viendo a diario la luz solar, la noche, la lluvia o la nieve en los rincones menos pensados, sería prudente considerar cómo pudiéramos contribuir a que la visión apocalíptica que generan muchos medios de difusión y foros acerca del medio ambiente, las guerras y la incertidumbre sean cuestión del pasado.

No hallo mejor forma de vislumbrar el alba.

sábado, 15 de diciembre de 2012

A la Patrona de Cuba



Autora: Tania Rodríguez Ricardo Título: En la vida de mi paísLa muestra colectiva inaugurada la pasada semana en la galería de arte de Baracoa justifica desde su nombre un homenaje a la llamada Patrona de Cuba y a la significación de esa figura en una parte ya revelada de la vida espiritual del país. 

Símbolo de cubanía (fotogalería)
Pintores santiagueros rinden homenaje cultural en Baracoa a la Patrona de Cuba
 
Símbolo de cubanía expresa que la Virgen de la Caridad del Cobre nos pertenece como deidad tanto como representación de creencia popular; asociación al mestizaje mediante dos de los Tres Juanes que le imploran protección en medio del mar; y símbolo de unidad de los mineros sobre todo en Santiago del Prado, antigua provincia de Oriente, donde se luchaba por el derecho a la autodeterminación y al reconocimiento de la condición de criollo.

A cuatrocientos años de la aparición de una imagen de la Virgen María en la Bahía de Nipe la deferencia que hoy le tributan en Baracoa pintores santiagueros aviva la idea de que el hombre siempre necesitó asirse de lo sobrenatural para acompañar su fe y no perderse ante lo inexplicable.

Podría pensarse que compartimos como suceso cultural un reconocimiento tardío, y es cierto; pudiera sostenerse que es mejor ahora y no nunca, lo que además de acertado supone un acto de actualización, porque comenzar algo es haberlo llevado al menos a mitad de camino.

Transcurrieron décadas hasta que en los años 90 del siglo XX los cubanos volvimos a escribir y mencionar en círculos cerrados el nombre de Lydia Cabrera; la investigadora Natalia Bolívar publicara un libro sobre los orishas del panteón yoruba; regresaran luego las procesiones religiosas en fechas ocasionales y fuéramos mucho más abiertos al hablar de temas de la iglesia y tratar de comprenderlos.

Con todo eso ganamos si, como sucede, la diversidad cultural cala más en el pueblo y el Estado tiene el respaldo que en algún momento pudo haberle negado el sentimiento de alguien por cuestiones entendibles, o de interpretación.

Debemos aceptar que la veneración a la Patrona de Cuba es la que se puede tener a un mártir o una figura política, con la sola diferencia de que la admiración y la fe van por distintas vías, aunque con iguales bases y fines.

Si la muestra colectiva que propone por estos días la galería de arte de Baracoa se titula Símbolo de cubanía es porque la Virgen de la Caridad del Cobre está en el archipiélago que habitamos como una figuración que explora y cubre con su velo zonas de los sueños compartidos de una nación.

viernes, 14 de diciembre de 2012

La vida a pura sangre

La salida de un taxi en la tarde del pasado 7 de diciembre de un área del Hospital General Docente Octavio de la Concepción y de la Pedraja, de Baracoa, pareció algo rutinario. No lo era: obedecía a un acuerdo, iba hacia la zona rural de Guandao y llevaba a un paciente sometido a un proceso de hemodiálisis en el intento de alargarle la vida.

En la marcha del auto lo seguían con la vista otros pacientes con enfermedad renal crónica ingresados en la sala de Nefrología de la principal institución sanitaria de este municipio, y que esperan ansiosos el momento de ser llevados de manera gratis en transporte estatal hasta su casa cada dos semanas.

“Esa es su gran ilusión”, diría luego el doctor Elbier Castellanos Delgado, habituado como pocos al trato a los hospitalizados en el local donde labora hace 7 de sus 18 años de graduado en la Facultad de Ciencias Médicas de Guantánamo.

El médico dice que como los pacientes se saben con un estado de salud en extremo delicado y en condiciones de internamiento siempre prolongadas, las buenas relaciones entre ellos y la permanencia ocasional con sus familias distinguen sus vidas.

Viaje desde dentro

Vista lateral de la sala de nefrología del hospìtal de Baracoa
Cuando en abril de 2004 hubo por primera vez servicio de nefrología en Baracoa muchos no entendieron de qué se trataba, aunque supieron que cristalizaba la idea del Gobierno de Cuba de  garantizar toda la atención posible en esa especialidad, incluida la hemodiálisis, en cada rincón del país.

Hoy existe aquí un local donde también se atiende a pacientes de Maisí e Imías, y de otros lugares si están de tránsito, para lo cual hay 8 camas, cinco máquinas de hemodiálisis y un laboratorio bajo el cuidado de nefrólogos, enfermeras, sicólogos y rehabilitadores, en su mayoría jóvenes y con resultados de labor meritorios.

Según el citado doctor Castellanos Delgado, el servicio de nefrología de Baracoa exhibe uno de los mejores indicadores en la más oriental de las provincias cubanas y en el país debido al bajo registro en la tasa de mortalidad.

Por su lado, la doctora Yamirla Fernández Durán destaca que “tuvimos 30 meses sin que los pacientes adquirieran hepatitis C, y hace ocho años no se registra hepatitis B, muestra de una buena asistencia colectiva”.

Breves historias personales 

María Luisa Barrea Fernández, paciente baracoesa de la sala de nefrología de la Ciudad Primada agp   María Luisa Barrea Fernández se encontraba frente al espejo del cubículo donde duerme cuando el fotógrafo de RadioBaracoa se acercó a ella. “Pérese, deje ponerme bonita”, dijo sin saber que ya se le había tomado una imagen. La señora, de 60 años, vive en Boca de Miel y llegó allí hace seis meses a causa de vómito, flojera y decaimiento pronunciado. “Me he acostumbrado a todo, no tengo otra salida”, dijo más tarde consolada y ponderó las atenciones de médicos y enfermeras  que la atienden.

De buen humor estaba en el portal la también baracoesa Iraida Soler Lobaina mientras sostenía en la mano 5 tabletas de furosemida recién entregadas. “¿Usted las ve?, le expresó a alguien a su lado para añadir que “con las 7 de por la mañana son 12, pero mejor no me fijo en eso”.

Según ella lo que sí tiene presente es la hora de coincidir los pacientes para conversar, conocer el estado de salud y hablar de cualquier tema. “Hacemos cuentos picantes, nos reímos cantidad”, asegura quien ingresó en el hospital dos meses atrás por una severa hipertensión.

Cerca se hallaba Reinaldo Laffita Sánchez, que confiesa haber interrumpido sus funciones de jefe de transporte de la Empresa agropecuaria de Imías a causa de cansancio corporal, bajo peso y falta de apetito. Él afirma sentirse hoy mucho mejor, a diferencia del maisiense Pedro Manuel Reyes González, quien vive sin un riñón y está operado del otro.

Entre enfermos y malestares

El repetido ambiente de buenas relaciones humanas entre aquejados que comparten un local en instituciones sanitarias cubanas tiene en la sala de nefrología del hospital de la Ciudad Primada matices de consideración.

Todos dicen estar hermanados, a sabiendas de que su padecimiento los coloca en la antesala de un estado terminal de la existencia, vista entonces como el milagro de la sucesión de los días.

La enfermedad renal crónica (ERC) es una pérdida progresiva e irreversible de las funciones renales por 3 meses o más, con merma en la capacidad de los riñones para eliminar desechos, concentrar la orina y conservar los electrolitos en la sangre.

La enfermedad renal crónica (ERC) es una pérdida progresiva e irreversible de las funciones renales por 3 meses o más, con merma en la capacidad de los riñones para eliminar desechos, concentrar la orina y conservar los electrolitos en la sangre.
Los síntomas de un deterioro de la función renal son inespecíficos y pueden incluir una sensación de malestar general y una reducción del apetito. A menudo se diagnostica luego del estudio en personas con riesgo de problemas renales como presión arterial alta y diabetes, parientes con ERC o ante enfermedades cardiovasculares, anemia o pericarditis.

Vista hace fe

Personal de salud en el cubículo de hemodiálisis El dormitorio y los cubículos de hemodiálisis de la sala de nefrología de Baracoa permanecen casi siempre llenos por personas en su mayoría de áreas de campo o distantes y que sobrepasan los 50 años de edad.

Hoy reciben tratamiento dialítico 21 pacientes ambulatorios o ingresados a los que se trata de acercar todo lo posible a sus familiares y centros laborales para incorporarlos a la sociedad como cualquier semejante.

Es todo un sueño cuando se hace por neutralizar una patología tan agresiva, para cuyo combate el Estado destina la mejor alimentación y la cuantía monetaria que permiten sus arcas en condiciones económicas y comerciales muy desfavorables.
Visto así, la nutrición, el suministro de medicamentos y el acto de purificación de la sangre cada dos días a una persona condenada casi a lo irremediable nunca podrá medirse por costo, sino por la voluntad del paciente y sus benefactores para ver la vida como un regalo invaluable.

martes, 12 de junio de 2012

Carmelo guinda el sable en Baracoa... a medias



Noventa años no son para mostrarse desafiante. Así dicta la regla, pero Carmelo Cabrero Fresnillo es una excepción. El llamado ciclista solitario cubano casi pierde al aliento al recorrer en diecinueve días más de 1000 kilómetros por las carreteras de su país, y anunció en Baracoa que sus próximas metas no incluirán el paso de La Farola.

Ver fotogalería Ciclista solitario llega a Baracoa

Ver fotogalería Ciclista solitario de Baracoa a Maisí

Feliz otra vez en la Primera Villa, Carmelo se disculpó con los periodistas de La Voz del Toa por arribar más tarde de lo previsto y dialogó con gusto para Radiobaracoa.
 
¿Cómo realizó la penúltima etapa del recorrido La Habana-Baracoa-Maisí?

"La travesía entre Playa de Cajobabo y Baracoa fue bajo condiciones muy difíciles, con un sol fortísimo, y el aire siempre en contra".

Lo vimos llegar acompañado de otro ciclista…

"Sí, se trata del baracoense Arnaldo Lobaina Arias, un joven que conozco hace años y fue a encontrarse conmigo en Cajobabo porque temía que yo tuviera un accidente en el trayecto".

¿Hubo algún contratiempo?

"Por suerte, no, y me alegro de que Arnaldito con su cámara captara varias imágenes del recorrido, prueba fehaciente de que cumplí con todo lo que dije".

¿Qué había dicho?

"Que no me bajaría de la bicicleta en ninguna loma de La Farola. Y así fue. 
Llegué a la cúspide de cada una desecho, paré unas cuantas veces para descansar o contemplar el paisaje, y continué".

¿Siempre es tan obstinado?

"Con esto de los recorridos, sí. Mira, el trayecto de las Vueltas a Cuba siempre va de oriente a occidente, con aire a favor de los pedalistas. Yo hace poco me pregunté: ¿podré a los noventa años imponer el récord que significa pedalear de occidente a oriente, en contra de la lógica? Pues lo hice, ¡y con qué viento!".

¿Solo tuvo el aire en contra?

"Yo enfrenté tres grandes obstáculos: el viento de frente, las montañas de La Farola –para mí desastrosas-, y la resistencia que hace al aire mi querida bandera cubana, fijada a un palo en la parte trasera de la bicicleta y que hace trabajar más fuerte.

Además, traía un maletín con ropas y alimentos para el camino que pesaba más de 20 libras. Pero al final todo el pueblo conoció que un humilde ciudadano de este país dio un ejemplo al mundo a sus 90 años".

Usted dice que no es ciclista…
 

"No, por ningún concepto. ¿Dónde está mi traje de ciclista? Yo soy un bicicletero popular, simplemente".

Una vez confesó que sus andanzas de bicicletero comenzaron para rehabilitarse. ¿Podría abundar sobre eso?

"En efecto, comencé a rehabilitarme en bicicleta, después de un grave problema de salud. Yo era jefe de un equipo de trabajo que inspeccionaba centrales azucareros y otros lugares donde hubiera calderas. En Palma Soriano, la irresponsabilidad de dos hombres que bebían ron provocó la explosión de una caldera por desatención a la válvula de seguridad del mecanismo. No hubo muertos, pero aquello levantó el techo y fue el acabóse.

Yo partí para Santiago de Cuba con un gran disgusto y en el camino infarté. Después me llevaron en avión para La Habana y en el cardiovascular me restablecieron la vida".

¿Qué sucedió después?

"Ah, pues yo hice cierta amistad con el director del periódico Revolución mientras compartimos el mismo cubículo del hospital para restablecernos. Como a los seis meses le dije que quería ir en bicicleta desde La Habana hasta Nuevitas, mi pueblo natal. Se alarmó, me dijo que yo había pasado las de Caín, que estaba loco y quería suicidarme. Yo reafirmé que haría el recorrido, y su reacción fue decirme: pues pa´llá va un reportero ahora mismo. Te va a tirar una foto y tú verás.

Publicaron mi foto en primera plana del periódico Revolución con un pie que hacía referencia a mi problema de salud, y otros datos. “Dudamos que llegue, pero si llega lo informamos”, concluía el pie.

Así comenzó el cuento del ciclista solitario cubano".

Entonces, lo del periódico fue providencial.

"Bueno, el pueblo de La Habana se revolvió. Yo fui a Nuevitas, hice el viaje de regreso a la capital y mantuve la idea de restablecer mi salud mediante el ciclismo.

Tengo baches en la mente, pero eso fue como a los 57 años".

¿En qué bicicleta viaja?

"En la que pueda, porque yo mismo la pago. La de este recorrido hasta Baracoa y Maisí es japonesa, muy fuerte, con gomas usadas antes de iniciar el viaje".

¿Sigue alguna dieta?

"En general, lo mío es no fumar. Y como bien cuando puedo, pero nunca en abundancia. Detesto las salsas y la carne de cerdo grasosa. Lo que más agradezco es tener ensaladas, vegetales y frutas sobre la mesa.
Durante los recorridos consumo mucha fruta y refresco. No pruebo el ron, aunque puede que una cerveza no venga mal, pero en la comida".

¿Cuesta mantener la disciplina?

"Mira, sin disciplina no hay persistencia. He aprendido que la voluntad de vencer un objetivo es más poderosa que la fuerza para hacerlo".

Usted dijo que este viaje al extremo oriental de Cuba es una  despedida.

"Créeme que sí, que para recorridos largos voy a guindar el sable, porque agotan mucho. He subido y bajado La Farola bastante en 34 años".

¿Hacia dónde pedaleará con 90 años?

"Ya pedaleé hasta aquí. En lo adelante partiré de mi casa en La Habana hasta lugares cercanos, como Pinar del Río".

¿Se acorta la leyenda del ciclista solitario?

"La leyenda de Carmelo no tiene tramos. Si tú llegas a mi barrio y preguntas donde vivo, hasta un perro responde. Eso cubre cualquier distancia".

sábado, 2 de junio de 2012

Carmelo dice adiós a La Farola

Con 90 años, Carmelo Cabrero Fresnillo se preguntó si aún tenía fuerza para recorrer en bicicleta casi toda Cuba. Lo hizo antes, pero ahora sabía que llegar a La Farola, vencerla y seguir hasta Maisí requería el más descomunal de sus esfuerzos.

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En una carrera por etapas con días intercalados para reponerse, el llamado ciclista solitario pedaleó de occidente a oriente con aire en contra, un maletín con 21 libras de peso y una bandera que al desplegarse retardaba el avance.
 
Autodefinido como un bicicletero popular, el nonagenario contó siempre con el apoyo de gente que de alguna manera alimentó un mito de viajes de largo aliento.
 
Luego de 34 años de recorridos como ejercicio físico, y de cubrir el trayecto La Habana-Baracoa-Punta de Maisí en 19 jornadas, Carmelo declaró que no volverá a pedalear hasta el oriente cubano por lo agotador que resulta.
 
Tampoco hará falta. Su leyenda está hecha.
 
Ver fotogalería Ciclista solitario llega a Baracoa
 
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