Bienvenidos

Los primeros pensamientos para encontrar nombre a este blog fueron tan arduos que pronto desistí. Intenté una y otra vez encontrar un término aceptado por la lengua o inventado que denotara Baracoa, mi primera tierra, y nunca quedé conforme. Entonces reparé en que al pensar recreaba un mundo muy propio, quizás porque el que vivimos todos no contenta como yo quisiera, y exige creer que el Sol va a iluminar el día, aunque haya nublados. Creo que nombrar este blog La bolita´el mundo puede expresar mi deseo de representar, aunque sea desde el yo personal, lo que desde niño imaginé universo, hoy tan frágil y vulnerable que por momentos no parece más que una pequeña esfera. La bolita´el mundo es mi mundo, es Baracoa, Cuba, mi familia, mis amigos, son los cubanos dispersos por doquier, las personas incluso que no conozco y la sensorialidad por la que respiro y busco armonía para convivir con la gente en y desde todo lugar, desde toda expresión. Es, en fin, el mundo en mí. O si se quiere, yo en el espacio creado por Dios o la Gran Explosión, según se crea. Lo importante será la palabra, esa por la que me gano el pan y trato de hacer verso.

sábado, 21 de noviembre de 2015

El trabajo en Boca de Yumurí es el mar

Jorge Luis Acosta, poblador de Boca de Yumurí, Baracoa
La zona de Boca de Yumurí, en Baracoa, se identifica por un paisaje legendario que combina aguas de río y mar rodeadas del azul y el verde intrínsecos en el color de este minucipio.
Foto: Erneso Monteagut Bartutis
Allí la pesca es ley, según sugiere una frase de Jorge Luis Acosta, poblador de esa zona liado hace décadas con cordeles, redes y botes en busca de sustento alimentario.

Ver a José Luis en faena fue un convite al diálogo.

Buenos días, supe de usted y decidí esperarlo en la orilla para conversar unos minutos.

“Mire, es que todavía no he terminado, me falta recoger la red y arrimar el bote... ¿Qué usted quiere saber?”

Algo sobre la labor de este día, por ejemplo.

“Ah, cogimos macabí, pargo pinto y algunos jureles y cojinúas”.

Hoy parece haber sido un día provechoso.

“No se coge tanto, pero se coge má o meno para poder sobrevivir”.

Varios de sus compañeros rehuyeron ser entrevistados y me recomendaron hablar con usted. ¿Por qué, mucha experiencia acumulada?

“No mucha experiencia, pero conozco algo de mar, será que como soy nativo de aquí de Yumurí”.

¿Hace qué tiempo usted pesca?

“Un promedio de 40 años”.

¿De manera continua?

“Bueno, yo era maestro, a veces tenía trabajo hasta los sábados,  pero hoy toy jubilado y pesco cualquier día”.

Los pescadores no pueden vivir solo de los productos del mar. ¿Cómo más se alimentan?

“Como los demás, con las cosas de la canasta básica y las otras que venden por la libre”.

¿Venden suficiente alimento liberado?

Ta mejorando, pero de arroz solo traen dos o tres saquitos y en un día se van todos, el chícharo fallando un poco y el picadillo a veces llega un poquito pasado de tiempo”.

Pronto se venderán esos productos como para que todo el mundo los tenga.

“Eso es lo que hace falta, que la mercancía no falle”.

¿Cómo es la vida de un pescador en Boca de Yumurí?

“Bueno, yo pienso que si la miras con buenos ojos es bastante buena, no se puede negar, porque de vez en cuando nosotros pescamos y cogemos algo”.

Jorge Luis Acosta junto a compañeros de labor en Boca de Yumurí, Baracoa

¿Y si miras la vida de otra forma?

E un poco difícil, porque hoy el pescado está entrando, pero hay meses que estamos en crisis, que no entra nada. Y aquí casi no existen centros de trabajo, aquí el trabajo para la población es el mar”.  

¿Por qué más puede ser difícil la vida en Boca de Yumurí?

“Porque aquí vivimo a la orilla del mar y a veces el agua se pone furiosa, no hay quien salga por la boca del río pa la bahía. Se dice que el pescador debe ser un buen marinero, pero cuando el mar ta malo aquí nos pasamos hasta un mes, dos meses sin pescar”.

¿Respeta mucho al mar?

“Claro, las embarcaciones se nosotros son pobres, y ese mar molesto e un torbellino. Fíjese que hace poco pasó por aquí un ciclón retirado y hubo problema en la zona, inundaciones, sobre todo en lo más bajo del litoral. Donde yo vivo, al lado del consultorio, la cosa se pudo fea”.

En momentos así muchas cosas pueden ser feas.

“¿Qué si qué? Hasta la cuestión de la comida, pero los que también nos dedicamos a la agricultura tenemos algunos productos del campo”.

En condiciones normales, ¿qué piensan quienes viven con usted cuando lo ven salir de pesca?

“Pienso que se sienten orgullosos, digo yo”.

Cuando usted regresa con pescados, hay alegría en casa…

“¡Ayayay, hay alegría! Imagínese usted, no solamente en mi familia, sino en la mima población cuando ven que el pescado entra todo el mundo se pone contento, ¿entiende?”

¿Hasta cuándo pescará usted?

“Bueno, yo taré pescando mientras me sienta satisfecho, fuerte, porque el pescar es un deporte, y a mí me gusta mucho.

Yo pienso que mientras tenga vida, y el corazón me deje fuerza, yo puedo seguir pescando”.

Pues le deseo mucha salud, y suerte.

“Gracias, gracias, muy buena su visita”.

Jorge Luis Acosta, poblador de Boca de Yumurí, Baracoa

viernes, 20 de noviembre de 2015

Yo sueño con cacao hasta en La Habana

En El Güirito, Baracoa, la campesina Zoila Azahares Labañino se convirtió de la noche a la mañana en referente de lo que puede hacer una persona con el fruto del cacao en sus manos. Zoila no es iniciadora de lo que hace que muchas personas visiten su casa, pero sus productos tienen un sello personal y le dictan buena parte de la ocupación hogareña.

¿Cómo explica su popularidad en El Güirito y mucho más allá?

“Mi fama es porque todo lo que hago con el fruto del cacao gusta mucho a las personas que me visitan. Yo les explico sobre el proceso de elaboración del cacao, les pongo en la mesa los productos que salen de mis manos y compren o no alguno, se van muy agradecidos, muy contentos”.

¿Cuándo comenzaron a visitarla por esas confecciones suyas?

“Hace casi un año, con la visita de extranjeros”.

¿Qué productos hace?

“Hago bolas, barras y bombones de cacao. Y claro, preparo el polvo con que se elabora el chocolate, el famoso chorote de Baracoa, que también se puede tomar en mi casa”.

¿Lo más difícil de todo?

“Ah, el proceso de sacar la grasa de cacao, porque hay que moler la semilla tostada, guardar la pasta en una cubeta y taparla durante cuatro días, sin  respiración y que no la vea nadie.
Pasado ese tiempo yo destapo la cubeta y arriba está toda la grasa amarilla, la recojo con una espumadera, la pongo a freír, luego la dejo enfriar y la envaso en pomitos de madera que le compro a los artesanos en la ciudad”.

¿Muchas personas prueban sus productos?

“Muchos vacacionistas, me visitan, le hablan de mí a otras personas y tengo mucha demanda”.  

¿Qué dicen cuando, por ejemplo, prueban el chorote?

“Que es muy rico, muy rico el chocolate de Baracoa”.

Se supone que su negocio tenga respaldado legal….

“Sí, yo tengo una licencia para trabajar; todos los meses entrego una contribución al banco por lo que hago”.

Entonces, como decimos los cubanos, le da la cuenta.

“Me da la cuenta, como no”.

¿Ya usted se acostumbró a ese entrar y salir de personas en su vivienda?

“Yo me siento muy orgullosa de eso, encantada al ver tanta gente que nunca pensé conocer, y que cuando vienen a Baracoa dicen “llévenme a casa de Zoila para ver lo que ella hace con el cacao”.

¿Ese “llévenme a casa de Zoila…” usted lo sueña?

“Eso es realidad. Los que han venido piden en el hotel o la casa donde se hospedan a guías y choferes que los traigan a casa de Zoila. Ya tienen mi nombre, mis apellidos y mi dirección para volver”.

Al parecer, ya nada la apartará del cacao.

“Nunca he podido apartarme, porque estoy rodeada de plantaciones de cacao. Lo único que me desvincula a veces son mis viajes a La Habana para ver a mis hijos, aunque eso dura poco”.

¿No le tienta quedarse allá?

“No, aquello para mí no significa nada, a pesar de que mis cuatro hijos y una nieta que crié desde chiquitica viven allá. Cuando voy pronto me siento angustiada, trato de que se me quite la angustia y no se me quita.

Mientras ellos quisieran que yo me quedara a vivir, yo les digo que no puedo, que me dejen en mi casa haciendo lo mío, porque me gusta mucho y lo extraño, sueño con mi trabajo cuando estoy en La Habana”.

¿Tanto apego a Baracoa?

“Baracoa es mi tierra, en ella nací y en ella me crié. Yo soy feliz aquí”.












sábado, 10 de octubre de 2015

Tibaracones de Baracoa agonizan

Creciente es el deterioro de los deltas lineales del río Miel y el Macaguaní. La posible desaparición de esos frágiles ecosistemas pudiera provocar graves consecuencias a la ciudad de Baracoa, según un experto en el tema.

Los tibaracones son barras acumulativas de arena de origen fluvial formadas entre el oleaje del mar y la orilla norte de la desembocadura de los ríos. A esos accidentes geográficos, exclusivos de Baracoa en todo el Caribe insular, también suele llamárseles deltas lineales.

En su formación, según los geógrafos, fue necesaria la rara concurrencia de varias condiciones naturales, entre las que destacan: ríos cortos y de gran pendiente hidráulica, estrechas llanuras costeras, régimen pluviométrico elevado y existencia de arrecifes coralinos de cresta próximos a las costas.

Los tibaracones constituyen una barrera natural protectora de las personas, la economía y las edificaciones contra las penetraciones del mar, y además atenúan la salinización del suelo y el agua en el curso inferior de los ríos.

Entre los más notables de estos ecosistemas, por su dimensión, están los de los ríos Duaba, Toa, Miel y Macaguaní. Sin embargo, los dos últimos son los más comprometidos con la protección de la ciudad de Ba­racoa, al formar parte de su contorno.

El tibaracón del río Miel se ubica al noreste de la primera de las villas cubanas fundadas por Diego Velázquez, paralelo a la playa Caribe, o de La Pasada, como más se le conoce. Mientras el del río Macaguaní se yergue al centro-norte de la urbe, en la bahía de Baracoa. Entre los dos forman una especie de tenaza protectora de la ciudad, o al menos atenuadora de las embestidas del mar.

Tal protección, sin embargo, se ha ido debilitando con el paso de los años como consecuencia del empuje natural del oleaje marino y de la corriente de los ríos contra esas barreras, pero, sobre todo, de la acción dañina del hombre, causante de la deforestación de esas frágiles zonas y de la pérdida de su potencial por la extracción ilícita y omnipresente de arena.

En un estudio sobre el peligro, vulnerabilidad y riesgo de desastre en esos dos tibaracones, presentado en el XV Encuentro de Geógrafos Latinoamericanos, celebrado en abril último en La Habana, el máster en Ciencias Ricardo Suárez Bustamante, delegado del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA) en el municipio de Baracoa, explica que como resultado de las anteriores acciones el ancho (franja transversal) de esos deltas lineales se ha reducido significativamente, debilitándolos y exponiéndolos al grave riesgo de desaparecer, lo que podría ocasionar cambios en la dinámica costera y dramáticas consecuencias para buena parte de la ciudad de Baracoa, en caso de producirse intensas penetraciones del mar o el ascenso de su nivel.

Sobre tan sugerente investigación, enfocada a la prevención del riesgo de desastre, Granma intercambió con su autor, a quien en el 2012 la Sociedad Económica de Amigos del País (SEAP) le confirió el Premio Felipe Poey, en reconocimiento a su abnegado de­se­m­peño en defensa de la naturaleza.

¿En qué elementos se basa usted para afirmar que los tibaracones del río Miel y del río Macaguaní se reducen y corren grave peligro de desaparecer?

"En la dinámica con que disminuye la sección transversal de ambos. En la década del 70 del pasado siglo el ancho de la parte central del tibaracón del Miel (donde habitualmente se abre de manera natural o por el hombre ante amenaza de inundaciones) era de unos 70 metros y hoy en la porción más estrecha se ha reducido a unos 30. 



En el caso del río que corre paralelo a la playa Saratoga, de unos 80 metros su sección transversal, hoy tiene segmentos con apenas seis metros. Las áreas de mayor estrechamiento de esos accidentes geográficos se muestran muy vulnerables para su posible ruptura y la subsiguiente desaparición del tibaracón por el efecto del oleaje marino y la ocurrencia de eventos hidrometeorológicos como huracanes y crecidas de los ríos, estas últimas frecuentes en Baracoa”.

En su investigación comenta que la posible pérdida de esos camellones largos y estrechos (como definiera a los tibaracones el Dr. Salvador Massip en 1942) puede provocar graves consecuencias a la ciudad de Baracoa. ¿Podría argumentar esa presunción, un tanto apocalíptica?

"Si perdiéramos esos dos deltas lineales, de seguro cambiaría la dinámica costera en esos lugares, lo que provocaría, por ejemplo, que parte de una playa pudiera convertirse en otro accidente geográfico (tal vez en una bahía); también se salinizarían el suelo y las aguas próximos a la desembocadura de los ríos, se alteraría el hábitat del lugar y áreas urbanas ubicadas en zonas bajas pudieran quedar inundadas.

Lo más grave sería que ante la ocurrencia de sucesos naturales adversos, como los mares de leva, ya no existiría barrera de arena para al menos mitigar el impacto destructivo de ese fenómeno, y los daños se incrementarían”.

¿Se está a tiempo de adoptar medidas para impedir la desaparición de esos ecosistemas?

"En mi opinión solo se pudieran salvar, o al menos atenuar su quebranto, si se trabaja con urgencia en la reforestación de esos accidentes geográficos con plantas fijadoras del suelo y resistentes a los embates del mar y las avenidas de los ríos, como uva caleta, coco y almendro; si se pone fin a la extracción indiscriminada e ilícita de arena en esos sitios y además, en el caso específico del tibaracón del Miel, si se realizan inversiones para su resguardo como la construcción en el mar de diques rompeolas y de escollera proyectados y sugeridos hace varios años por la Agencia de Estudios Marinos de Geo­cuba, ubicada en Santiago de Cuba".

Coordinador municipal del Grupo de la Re­serva de la Biosfera Cuchillas del Toa, arraigado defensor de la cuenca del Toa y asesor por más de dos décadas de autoridades de todo el país en temas ambientales, Suárez Bustamante lamenta que los tibaracones no estén incluidos en el artículo 4 del Decreto-Ley 212, como tipo de zona costera que regula el ordenamiento territorial y el plan integral de erradicación de ilegalidades rectorado por el Instituto de Planificación Fí­sica.

El ambientalista baracoense asegura que la reducción de la sección transversal de los deltas lineales y el consiguiente hecho de convertirse cada vez más en escenarios críticos de riesgo por penetraciones del mar e inundaciones fluviales, ha provocado el éxodo masivo de sus pobladores. Pun­tualiza que en el tibaracón del Macaguaní, donde antes se asentaban 122 viviendas, hoy solo quedan 13; mientras que en el del Miel de 45 existentes en su porción este, no existe ninguna en la actualidad.

Perseverante luchador por el desarrollo sostenible de Baracoa, Ricardo exhorta a todos los que tienen que ver con el te­ma a prestarle urgente y especial atención, por el peligro potencial de riesgo que en­traña para la Ciudad Primada el creciente deterioro o desaparición de esos dos tibaracones.

Fuente: Granma

sábado, 26 de septiembre de 2015

El Papa en Cuba



La visita del Papa Francisco a Cuba hizo rememorar aquella antológica frase de Juan Pablo II en la que deseaba que este país se abriera al mundo, y viceversa.

Desde la propia invitación cursada al Sumo Pontífice de la Iglesia Católica para que estuviera en la mayor de las Antillas hubo  continuidad de la política gubernamental de acercamiento entre la Iglesia y el Estado, mientras los cuatro días de permanencia del vicario cerca de los cubanos fue casi una apoteosis de tolerancia, comprensión y agradecimiento institucional y público.

Si uno se pregunta por qué tanta gente deseaba la visita apostólica del Jefe de Estado del Vaticano aquí tendría que responderse a partir del necesario respeto a las creencias, el deseo de entendimiento, las manifestaciones de fe y hasta la ocurrencia de milagros.

Para algunos lo milagroso comenzó con el indulto de más de 3 mil reclusos cubanos poco antes de la llegada del Papa y a solicitud suya; para otros había empezado con la posible influencia del religioso como mediador en el diálogo que durante 18 meses sostuvieron La Habana y Washington para tratar de normalizar relaciones bilaterales  demasiado tiempo laceradas.

Tampoco faltan quienes le atribuyen rol de precursor, por el hecho de anunciarse después de su partida hacia los Estados Unidos el acuerdo de Justicia Transicional entre las partes que intervienen en los diálogos de concordia para Colombia.

Ya Su Santidad había considerado en la misa que ofició en la capital cubana que “no tenemos derecho a permitirnos otro fracaso más en este camino de paz y reconciliación, causando un inmediato sentimiento de aprobación y simpatía.

Posturas e interpretaciones tales han hecho pensar y decir en muchos lados que el actual Papa es o parece más político que religioso, algo también basado en sus cuestionamientos a la distribución de la riqueza y su oposición al descarte social y a la pobreza.

De cualquier manera, la verdadera política del Papa está en su visión abarcadora de las cosas y el deseo de transformarlas en nombre del catolicismo a favor de perdedores, abusados, excluidos, incomprendidos y quienes deciden abrazar la idea de que de un segundo a otro la vida puede ser mejor.

Por eso los asistentes a las misas del Sumo Pontífice, los presentes  dentro de los templos y en derredor y los telespectadores se mostraron tan efusivos frente a los discursos impresos o improvisados de quien habló del valor de la familia, la amistad, la necesidad de revolucionar la ternura y el derecho de soñar, soñar y volver a soñar.

En concepto de protección, fue emotivo escuchar al Jefe del Estado del Vaticano cuando dijo que “la patria cubana nació y creció al calor de la devoción a la Virgen de la Caridad”, la que desde el Santuario del Cobre “custodia nuestras raíces, nuestra identidad, para que no nos perdamos en caminos de desesperanza”.

Lo dicho y hecho por Jorge Mario Bergoglio en este país responde a  su declaración de que “…se sirve a las personas, no a las ideas”, una expresión perturbadora para ciertos olvidados de que no hay nadie completamente desideologizado, y de que por delante de la conciencia, siempre estuvo el ser.

El valor definitivo de la visita del Papa Francisco en una nación que cambió el carácter ateo del Estado por el laico en la Constitución de la República radica en el credo popular, ahora reforzado, de que la esperanza renueva, la fe eleva y los prodigios existen.                                                                             

lunes, 24 de agosto de 2015

El aire de la radio


Quizás la frase que más me haya gustado en consideración al valor de la radio como medio de difusión masiva sea la que dijo el pianista cubano Frank Fernández: sin radio, es como sin aire.
 
No fue a través de la radio como primero se informó de manera oficial en Cuba, ni significó la aparición de ese medio el comienzo del entretenimiento que desde bien temprano tuvo como función la prensa.
 
Sin embargo, desde el inicio de las transmisiones regulares a través el éter en la mayor de las Antillas hasta hoy, el provecho de la radio ha sido insustituible.
 
Aquel agosto de 1922 en que los habaneros comprobaron la hora de sus relojes gracias a la planta 2LC luego del cañonazo de las 9:00 a.m en el Castillo del Morro, se comprobó que el naciente medio de prensa podía transformar la vida en los hogares y, poco a poco, el espíritu social.
 
Es que no solo se escuchó el tiempo horario exacto, sino también un parte meteorológico, un breve noticiero y canciones anunciadas por Zoila Casas Romero, que así se convertía en la primera mujer en hablar por micrófono en la nación.
 
En años y décadas sucesivos llegaron a este medio propuestas para niños, aventuras, dramatizados de teatro, seriales, novelas, programas de participación, comerciales, menciones, jingles, publicaciones que promocionaban espacios y figuras; en fin, todo lo que convirtió a la radio en industria, y luego en monopolio.
 
Fueron tantos los cambios que unas emisoras amentaron su prestigio, otras desaparecieron, irrumpió Radio Rebelde en la Sierra Maestra como vía de difusión del Ejército Rebelde y en lo adelante cambiaron la propiedad sobre las plantas radiales, los intereses con ellas, la forma de hacer y el impacto social, este último amenazado a partir de que poco más allá de la mitad del siglo XX, Goar Mestre posibilitara inaugurar la televisión en este país.
 
Hoy la red de emisoras cubanas permite que las señales de estas alcancen casi toda la geografía nacional; que las personas se informen con inmediatez y sepan algún día que cuando por cualquier razón no haya periódico en la mano, ni televisión a la vista, habrá radio.
 
Si donde no podemos leer, ver una imagen en pantalla o acceder a internet, podemos oír una voz quizás a cientos de kilómetros de nosotros, entonces la radio es un respiro, y un respiro, es vida.   
 
Trabajo relacionado: 
 
Cuando la radio era de piedra                         

jueves, 20 de agosto de 2015

La vida de Yorkis

“Mira, Richard, esta es mi vida, mi locura”, me dijo un sonriente Yorkis mientras apretaba suavemente a su hija y ella, feliz, disfrutaba el saberse querida, y a la vez, protegida.

El chofer de la emisora de Baracoa compartía con Zaddi, la niña, un plato elaborado con leche de coco y pescado, servido en jícara de güira durante el desarrollo en julio pasado de una acción cultural comunitaria en Barrancadero.

Fue una escena que vi repetirse muchas veces entre padre e hija, cuando ambos viajaban en el carro de La Voz del Toa conducido por él en funciones de trabajo periodístico.

Era prueba del amor mutuo de quienes se necesitan y lo muestran, más en circunstancias como las que imponían a ese padre llevar a la pequeña consigo porque no había con quién dejarla en casa o, simplemente, porque ella lo quería, y lo pedía.

Ahora que Yorquis se fue de este mundo me pregunto cómo la niña asimilará esa ausencia, cómo será protegida por la madre y la familia, y si es posible que en lo adelante pueda sentirse en el jardín florido donde estuvo su inocencia hasta hace muy poco.

Mis preguntas no buscan respuestas; mis preguntas solo me reafirman que la hija del chofer de la emisora que hoy cumpliría 38 años era para él lo que él mismo me dijo: su vida, su cuerda locura.

domingo, 31 de mayo de 2015

Monumental hígado de gallina en Baracoa


La baracoesa Obeida García Zalazar se impresionó cuando al abrir una gallina suya para el almuerzo de este domingo vio un hígado de tamaño sobrenatural. “Quedé estupefacta. Parecía la víscera de un cerdo!, dijo minutos después a RadioBaracoa.

Obeida había decidido sacrificar al ave de corral de cuatro meses de vida por las dificultades al caminar, aunque jamás supuso que el sobrepeso del animal pudiera relacionarse con algo ajeno a la alimentación a base de pienso.

“Pensé que solo estaba gorda, y quizás con huevos dentro, pero nada de eso. Cuando veo el hígado y lo peso tenía una libra!, expresa la señora aún asombrada y en espera de que los vecinos de su hogar, sito en Martí #132, la visiten para que den crédito a su historia.

Mientras, RadioBaracoa hacía fotos, que ya comparte.

domingo, 19 de abril de 2015

La vida en piedras

Fotos: Rolando Legrá

El Zoológico de Piedras del municipo guantanamero de Manuel Tames justifica su condición de Patrimonio Cultural de Cuba con la visita continua de personas que desean encontrarse en una instalación única en el mundo.