Yo, que de millones casi no he sabido ni en sueños y sí en cifras para ricos, ventas de discos y habitantes del planeta, supuse que en verdad había estado frente a una de esas personas sobre las cuales, a veces, me pregunto qué harán con su fortuna.
La diferencia era que sin saber cuán importante es Brownstone por su estatus, sé que donó a Cuba más de 100 obras originales de algunos de los artistas de las artes plásticas más valiosos o publicitados en dos siglos.
Si se conoce que adquirió la mayoría de esas piezas siendo estudiante, uno puede imaginar a este hombre en una danza tranquila con el dinero, encerrado en su burbuja, sin temor a que reviente.
Pero, el capital del filántropo también se mueve hasta donde él cree más falta hace, y con gestos que no aumentan los millones bancarios, aumenta su estatura en un período de vida en que, por edad, se decrece.
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