La baracoesa Obeida García Zalazar se impresionó cuando al abrir una
gallina suya para el almuerzo de este domingo vio un hígado de tamaño
sobrenatural. “Quedé estupefacta. Parecía la víscera de un cerdo!, dijo
minutos después a RadioBaracoa.
Obeida había decidido sacrificar al ave de corral de cuatro meses de
vida por las dificultades al caminar, aunque jamás supuso que el
sobrepeso del animal pudiera relacionarse con algo ajeno a la
alimentación a base de pienso.“Pensé que solo estaba gorda, y quizás con huevos dentro, pero nada de eso. Cuando veo el hígado y lo peso tenía una libra!, expresa la señora aún asombrada y en espera de que los vecinos de su hogar, sito en Martí #132, la visiten para que den crédito a su historia.
Mientras, RadioBaracoa hacía fotos, que ya comparte.